El día comenzó como cualquier otro día escolar para la maestra Christianah Oluwatoyin Olusase. No había nada que sugiriera que pudiera suceder algo fuera de lo común, aunque como maestra cristiana en el norte predominantemente musulmán de Nigeria con toda seguridad entendía el riesgo que corría su vida a diario. Sin embargo, Olusase se tomó en serio su trabajo y era abierta con respecto a su fe. No era un secreto que fuera cristiana, y esto fue lo que al final la llevó a su muerte.

Era hora de un examen de Conocimiento Religioso Islámico en la Escuela Secundaria Government Day en Gombe, Nigeria, donde Olusase enseñaba. Como era su costumbre durante cualquier examen, recogió las mochilas, los libros y los trabajos de las alumnas, y los puso a un lado para que las niñas los recogieran después de completar sus exámenes. A continuación, entregó los exámenes. En algún momento durante esta actividad rutinaria, una de las niñas se enojó mucho y comenzó a correr la voz a las demás alumnas de que en su mochila traía un ejemplar del Corán, el libro sagrado islámico. Supuestamente, no estaba de acuerdo con la forma en que su maestra lo había manejado, y acusó a Olusase de profanar el Corán al tocarlo porque era cristiana.

Otras alumnas de la clase a la que asistían solo chicas estuvieron de acuerdo y la situación pronto se intensificó cuando comenzaron a cantar «¡Allahu Akbar!» [Alá es grande]. Las niñas entonces se levantaron de sus asientos y rodearon a su maestra. Le lanzaron piedras desde el exterior, usaron objetos pesados para golpearla, y terminaron por matarla a golpes. Después, arrastraron su cuerpo fuera del aula y le prendieron fuego.

Las impactantes circunstancias de la muerte de Christianah Oluwatoyin Olusase no son un incidente aislado. Una situación similar ocurrió en febrero 2006 en el vecino estado de Bauchi cuando un profesor de secundaria, también cristiano, supuestamente le confiscó un Corán a un alumno. Este maestro también fue acusado de profanar el Corán, y se generó una revuelta en la que cinco personas fueron asesinadas y varias iglesias, incendiadas. Otros cristianos en Nigeria han sido golpeados, secuestrados, amenazados, intimidados e incluso asesinados por musulmanes en un país que está fuertemente dividido entre cristianos y musulmanes. Aunque el islam afirma ser una religión de paz, cada día es un riesgo para los cristianos en el norte de Nigeria que buscan difundir el evangelio de la paz y el amor verdaderos. Pero es un riesgo que plantará semillas de fe y salvación y cosechará una recompensa eterna, como se testifica en la historia de Christianah Oluwatoyin Olusase. Con toda certeza conocía las historias de cristianos perseguidos en Nigeria, y entendía a diario el riesgo para su vida. Sin embargo, eso no la disuadió de dar a conocer su fe.

Historias de mártires cristianos: Christianah Oluwatoyin Olusase
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