Una semana antes de la Navidad de 2013, Abdi iba en su coche camino al trabajo como de costumbre en Mogadiscio cuando el sonido de los disparos estalló alrededor de su coche. Al bajar la velocidad del vehículo, un grupo de hombres armados con rifles de asalto AK-47 se acercaron al lado del conductor y le dispararon a Abdi hasta matarlo antes de salir huyendo en un coche. Al Shabab había liquidado a su hombre.

Abdi era uno de los menos de 200 creyentes secretos de Somalia. Como la mayoría de los demás, había sido criado como musulmán, pero más tarde encontró una nueva vida en Cristo. Su primera experiencia con Al Shabab ocurrió en 2011 cuando encontraron páginas de una Biblia en su casa mientras registraban al azar su vecindario.

Abdi fue arrastrado de inmediato a una celda subterránea de hormigón donde fue torturado con una porra de madera y encerrado en una habitación con cadáveres. Sus captores exigían que les diera los nombres de otros cristianos, pero Abdi no los delató.

Una noche varias semanas después de su secuestro, Abdi aprovechó la oportunidad para escapar después de darse cuenta de que un guardia había olvidado cerrar la puerta de su celda. Abdi huyó de su celda y se las arregló para escalar una pared mientras los guardias de Al Shabab le disparaban. Los militantes lo persiguieron en dos camiones, pero logró escapar.

VOM apoyó a Abdi como trabajador del frente durante varios años mientras testificaba de Cristo en Somalia, y compartimos su historia en nuestro boletín de junio de 2012. Aunque dio su vida poco más de un año después, su legado vive a través de varios otros somalíes a quienes llevó a Cristo.

Pequeños grupos de creyentes somalíes continúan reuniéndose en secreto en hogares o cafés para hablar de la Biblia. Comprenden que si son descubiertos, enfrentarían una muerte casi segura. Pero para estos creyentes, la verdad que los hace libres vale la pena el riesgo.

Creyente secreto somalí fue secuestrado y asesinado más tarde por Al Shabab
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