Walter era un nuevo creyente, y estaba asustado. La mayoría de la gente de su aldea pensaba que cualquiera que dejara el hinduismo estaba rechazando la cultura india, por lo que los cristianos eran muy criticados por sus vecinos.

Aunque Walter era reacio a hablar de su fe, admiraba la valentía de su pastor. Finalmente, decidió visitar una aldea vecina con el pastor Joseph.

Cuando una familia hindú les pidió que oraran por un miembro enfermo de la familia, entraron con gusto en su casa. Pero al salir, unos cincuenta hombres los estaban esperando. La multitud comenzó a darles una paliza y a golpear su vehículo con palos. Saquearon su vehículo y arrastraron a los cristianos a la estación de policía donde fueron encarcelados.

El pastor Joseph perdió cuatro dientes en la paliza, y Walter estaba cubierto de moretones. Pero el pastor no se inmutó. Mientras estaba encogido en el suelo de tierra de la celda, todavía con dolor por la golpiza, no podía dejar de hablar de Jesús con los otros prisioneros de la celda. Walter vio como tres de sus compañeros de celda le entregaron su vida a Cristo. De repente, algo dentro de él se desbordó. Se volvió hacia el prisionero que estaba a su lado: «¿Sabes que Jesús te ama?», comenzó. El hombre respondió con interés, y después de varias horas de conversación, él también se hizo cristiano.

Walter y el pastor Joseph fueron liberados después de tres días. Hoy, aunque está plenamente consciente del potencial de padecer más palizas y pasar tiempo en la cárcel, Walter continúa hablando de Jesús con todos los que conoce. Dios usó un arresto y una paliza para llenar de valentía la fe de Walter.

Cristianos indios golpeados hablan de Cristo en la cárcel
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