A finales de febrero de 2015, combatientes del autoproclamado Estado Islámico avanzaron en una región históricamente cristiana en el noreste de Siria, y expulsaron a los cristianos de una docena de aldeas. Raman, un cristiano asirio, y el resto de las 130 familias de su aldea sabían que el ataque se avecinaba. Durante la primera parte de la guerra, el área había estado bajo control kurdo. A medida que avanzaba la guerra, el Estado Islámico avanzó y estableció un campamento a solo dos millas o tres kilómetros de la aldea. Ambas partes buscaban la ubicación estratégica de la aldea ubicada en la cima de una montaña. Durante varias semanas antes, los combatientes del Estado Islámico habían estado comprando verduras en el pueblo semanalmente. Los yihadistas les advirtieron a los aldeanos que se fueran ya que habría una batalla. Los hombres enviaron a sus esposas e hijos lejos para su protección, y se prepararon para defender el pueblo. Luego, un viernes por la mañana, unos soldados del Estado Islámico aparecieron en la histórica iglesia asiria que había estado en pie durante siglos. Les dijeron a los cristianos: «Somos una nación islámica. Remuevan la cruz de su iglesia». Al día siguiente, regresaron
Leer másJohn pasó casi una década preparándose para llevarles el evangelio a los sentineleses, uno de los últimos grupos de personas no contactadas.
Leer más«Si vienen al Islam, se volverán superricos». Andrew y un grupo de jóvenes de aldeas cercanas escuchaban atentamente las palabras del jeque. «También estarían adorando al verdadero dios», les dijo. Aunque Andrew había sido criado como cristiano en su aldea tanzaniana, no estaba bien cimentado en la fe. Así que, no tuvo que pensar mucho en las promesas del jeque antes de decidir seguir el islam. Andrew se sintió tan atraído por las enseñanzas y promesas del islam que ni siquiera la caminata de dos horas a la mezquita pudo disuadirlo. También se sintió muy atraído por las palabras radicales del carismático jeque. «Nos dijo cómo mataba a la gente —dijo Andrew—, y que, si queríamos defender el islam, teníamos que estar listos para dar nuestras vidas y matar al enemigo». El jeque, quien estaba preparando a Andrew y a los otros jóvenes para servir en el grupo islamista somalí Al Shabab, también les enseñó a usar machetes y pistolas. Al librar la yihad, o «guerra santa», contra los que son percibidos como enemigos del islam, Al Shabab no oculta su objetivo de erradicar el cristianismo de Somalia. Y también ha estado exportando su terrorismo a países cercanos, y ha hecho
Leer másA pesar de ser amenazado de muerte y de ser repudiado por miembros de su familia, Dawo estaba decidido a compartir el evangelio con el pueblo fulani. Y su determinación no ha vacilado desde que perdió a su hermano. El día después de que el primo de Dawo le quemó su Biblia y lo echó de la casa, veinte jóvenes rodearon al nuevo creyente, lo tiraron al suelo y le ataron las manos y los pies con una cuerda. Cuando puso su fe en Cristo tres días antes, no podía haber imaginado que lo que estaba a punto de soportar cambiaría tantas cosas para tantos. Como miembro del pueblo fulani se suponía que Dawo era, y seguiría siendo, musulmán. Se había mudado a casa de su primo en una gran ciudad en el estado de Bauchi, Nigeria, con la intención de inscribirse en una escuela islámica. Sin embargo, su camino fue radicalmente alterado por una serie de sueños vívidos en los que vio el cielo y se encontró con Jesucristo. Impulsado por los sueños, usó el poco dinero que tenía para comprar una Biblia y aprender más sobre el cristianismo. Lo que descubrió lo llevó a abandonar su religión tradicional
Leer másEl marido de Laila estaba ausente, y ella se quedó sola para cuidar de sus dos hijos. Era un invierno frío en Asia Central, y sus caseros la acababan de echar. «Si no te vas, quemaremos la casa y te quemaremos a ti también, si te quedas», le habían dicho. Laila y su familia habían sido rechazados por compartir a Cristo en la aldea, por lo cual, decidieron sacudirse el polvo, empacar y marcharse. La familia ha soportado muchas dificultades y seguirá haciéndolo, pero consideran que vale la pena. Todo empezó cuando Laila recogió un pedazo de basura del suelo. ENCONTRAR A DIOS A TRAVÉS DE LA BASURA Laila se sentó en la sala de espera del hospital mientras su esposo se preparaba para someterse a una cirugía por úlceras sangrantes. No se esperaba que sobreviviera, y ella se sentía absolutamente desesperada. Notó un poco de basura debajo de un banco, recogió el trozo de papel arrugado, lo alisó y vio que era un boletín cristiano que compartía los testimonios de otros cristianos. «Quería encontrar otras historias como esta, así que le pregunté a mi cuñada», dijo. Resultó que su cuñada también se había interesado en el cristianismo, y había
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