Ibrahim tiene 65 años y es padre de catorce hijos. Había vivido sin ninguna religión excepto por la creencia en espíritus malignos. Pero Ibrahim ahora confía en Cristo. Escuchó el evangelio cuando un joven obrero de primera línea fulani le explicó las Escrituras, y le ayudó cuidadosamente a entender la salvación que está disponible solo a través de Jesucristo. Ibrahim le entregó su vida a Jesús y fue bautizado. Ahora les comparte el evangelio a otros y anima a los miembros de su familia a que también le entreguen su vida a Cristo. «Cuando Ibrahim estaba siendo bautizado, estaba lleno de alegría y dijo que de inmediato sintió un gran cambio en su corazón —dijo otro obrero de primera línea—. ¡Nos pide que oremos por él en su nuevo caminar con Jesucristo y también por su familia!»

Del ateísmo al gozo en Cristo
Categorías: Oración