A la edad de doce años, Azadeh fue violada. Luego comenzó a tener ataques de pánico, convulsiones y depresión severa. Intentó suicidarse varias veces. Finalmente, Azadeh le entregó su vida a Satanás, pero después de hacer esa dedicación, su salud solo empeoró. Un día, unos amigos en una cafetería le dieron algunos materiales de lectura cristiana. Desesperada por cualquier cosa que la pudiera ayudar, Azadeh leyó la primera historia sobre Dios. Inmediatamente le pidió que trajera Su luz a su alma. Ese mismo día, sintió que la oscuridad abandonaba su habitación y que su sueño ya no estaba lleno de pesadillas. Dijo que fue «como si se hubiera quitado una cortina de delante de mis ojos y la oscuridad en mi corazón se hubiera ido». Ahora es una joven discípula de Cristo, creciendo en su caminar con el Señor.

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Adolescente suicida encuentra esperanza en Cristo
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