Las condiciones económicas en Irán han llevado a una inflación extremadamente alta y a un aumento del desempleo. Muchos de los que han perdido su trabajo y la estabilidad financiera viven en las calles, y los obreros de primera línea han visto a niños buscando comida en los contenedores de basura para aliviar su hambre. Como resultado, pastores y obreros de la red de iglesias caseras iraníes han comenzado a ministrar a los que están en las calles. A través de esfuerzos deliberados, intencionales y cuidadosos, estos obreros están proveyendo para sus necesidades físicas al tiempo que les presentan la verdad del evangelio a los niños que viven en la calle. En cuanto los niños demuestran un hambre espiritual de saber más, los obreros de primera línea les proporcionan Biblias para que los niños puedan entender claramente el evangelio y decidir seguir a Cristo. A través de este ministerio, varios niños han expresado el deseo de saber más acerca de Cristo, y muchos otros han respondido favorablemente a los esfuerzos del ministerio. «Oremos por que este ministerio sea fructífero en la expansión del Reino de Dios», dijo un obrero de primera línea.

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Siembran semillas del evangelio a través de ministerio callejero
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