Durante una reunión pública el 15 de febrero, la policía les ordenó a diez familias que renunciaran a su fe cristiana. Cuando se negaron, un oficial señaló a una de las cristianas, una mujer llamada Sri, y le ordenó que firmara un documento que indicaba que había dejado de seguir a Jesús. Después de que Sri se negó a firmar, el oficial escribió los nombres de los miembros de su familia en el documento y falsificó su firma. Luego le dijo a Sri que si ella y su familia continuaban adorando a Jesús públicamente, serían arrestados. Sri le dijo audazmente al oficial que no cumpliría con sus órdenes, pero ella y algunos de los otros cristianos han vivido con miedo desde el incidente. Oremos por que Sri y los otros cristianos de su aldea continúen creciendo en Cristo, por que puedan seguir reuniéndose para adorar juntos y por que muchos otros aldeanos escuchen el evangelio y pongan su fe en Cristo.

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La policía presiona a varias familias para que renuncien a la fe en Cristo
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