Un cristiano paga el más alto precio cuando su testimonio afecta el comercio ilegal en una aldea de Sri Lanka. Después de una reunión de oración en la Iglesia Misión de Oración, la mañana del 16 de diciembre de 2021, Kalithas Selvakeerthi habló con su pastor, Ravichandran, sobre una decisión importante que había tomado: renunciaba como presidente del comité de desarrollo comunitario para ingresar al ministerio de tiempo completo en la iglesia. “Si la iglesia está abierta y yo no estoy ahí, es porque estoy en la cárcel o estoy muerto”, había dicho Kalithas muchas veces. Kalithas se preocupaba profundamente por su comunidad, así como por el pueblo de Dios como anciano en la iglesia. Constantemente veía a las familias de la comunidad y llevaba alimentos a los necesitados. Incluso los líderes hindúes locales notaban y respetaban sus actos de compasión. “El hermano Selvakeerthi hizo muchas cosas en beneficio de la comunidad”, dijo Seelan, un líder hindú que trabajó junto a Kalithas en el comité de desarrollo comunitario. Kalithas sabía que vivir su fe cristiana en una aldea mayoritariamente hindú podía implicar un alto precio, pero amaba a la iglesia y creía en el poder del Evangelio para cambiar vidas.
Leer másDespués del tsunami de 2004, el gobierno de Sri Lanka reubicó a los sobrevivientes de Pasikuda en otra aldea. El pastor Srikanth, quien se encontraba entre los reubicados, compartió el evangelio allí, y muchos aceptaron al Señor. En 2019, los aldeanos hindúes comenzaron a oponerse al culto en casa del pastor Srikanth. Trajeron a la policía, se armaron, amenazaron de muerte a los fieles e incitaron a los funcionarios del Gobierno a amenazar con quitarle la casa al pastor Srikanth. Los servicios de adoración continuaron, por lo cual, los aldeanos fueron más agresivos y lanzaron un brutal ataque un domingo por la mañana que dejó a varios creyentes gravemente heridos. La policía presentó cargos contra los atacantes, así como contra el pastor Srikanth. A pesar de esta oposición y los procedimientos legales en curso, los creyentes continúan reuniéndose en un cobertizo junto a la casa del pastor Srikanth. Haz clic aquí para conocer más sobre la persecución contra los cristianos en Sri Lanka y para saber cómo orar por ellos.
Leer másDespués de que una mujer llamada Malaramma llevara a un sacerdote hindú y a su familia a la fe en Jesucristo, el antiguo sacerdote la instó a recaudar fondos para construir un lugar para hacer reuniones cristianas junto a su casa. Cuando un líder budista local se enteró del proyecto, se opuso rápidamente. Un domingo, mientras Malaramma dirigía un culto en casa del cristiano con otros nuevos creyentes, llegaron varios monjes budistas. Les robaron su biblia a todos, persiguieron a los fieles y amenazaron con matar a Malaramma si no se marchaba esa noche. Ella y otros creyentes oraron durante toda la noche para que Dios los protegiera. Al día siguiente, las autoridades locales se enteraron de las amenazas y le aseguraron a Malaramma que estaría protegida. Oremos por que estos creyentes permanezcan a salvo, y para que sus perseguidores encuentren la fe en Cristo. Haz clic aquí para conocer más sobre la persecución contra los cristianos en Sri Lanka y para saber cómo orar por ellos.
Leer más
