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Cuatro hombres armados enmascarados irrumpieron en la casa de Mohammad Yousuf Bhat la noche del 1 de julio de 2015, empujaron a su esposa a un lado y exigieron hablar con él.

Después de que dio un paso adelante, los hombres armados escoltaron al hombre de 43 años, padre de tres hijos, afuera de su casa en el Valle de Cachemira y le dispararon siete veces, matándolo.

Aquellos que trabajaban con Yousuf lo describen como un creyente intrépido, audaz y apasionado que «no se callaba acerca de Cristo».

Al final, su fe inquebrantable y evangelizar a los musulmanes de Cachemira en el norte de la India lo llevaron a la muerte. Desde que dejó el islam en 1999, Yousuf sabía que su vida podría terminar de esta manera.

COMPARTIENDO SU TESTIMONIO

A pesar de que la India es casi 81% hindú, el territorio de Jammu y Cachemira es predominantemente musulmán. En el valle de Cachemira, el 97% de los casi 7 millones de residentes son musulmanes. Los militantes islámicos de la región han creado una zona de guerra en la que tanto soldados del gobierno como civiles son atacados por varios grupos radicales.

Los aldeanos, en especial los cristianos, se han sentido ansiosos desde el asesinato de Yousuf. Incluso tienen miedo de hablar de eso.

Antes de su muerte, Yousuf habló de los esfuerzos de los islamistas para detener la propagación del cristianismo y el miedo que esto causaba entre los cristianos.

«En Cachemira, podemos ver que los líderes islámicos han iniciado un movimiento para aplastar a los creyentes en el valle de Cachemira, pero este libro [la Biblia] cambió mi vida —dijo—. Quiero compartir mi testimonio de lo que sucedió».

A pesar de los peligros, Yousuf compartió audazmente su fe de grandes maneras. Ayudó a crear un movimiento de discipulado entre los musulmanes conversos y distribuyó miles de Biblias y ejemplares de la película JESÚS. «Sería justo decir que los musulmanes han sido receptivos al evangelio en Cachemira —dijo un obrero de VOM—. La iglesia está creciendo, y Yousuf era visto por muchos como el líder de la iglesia de Cachemira».

group of hindu people bowing in  prayer

Después de un gran terremoto en la región [en 2005], Yousuf trabajó con otros para proporcionar atención médica y dental en los campamentos de socorro. También ayudó a distribuir lámparas solares a las personas que no tenían electricidad y les llevó agua potable a miles de personas.

Tales actos sacrificiales de servicio fueron un reflejo de su profunda fe desde que encontró a Dios a través de las Escrituras y dejó el islam. La vida no fue fácil después de que se volvió a Cristo, pero sentía la presencia de Dios.

«Mi familia fue muy perseguida —dijo—. Mi hijo fue torturado. Mi hija también fue torturada por diferentes personas. Por supuesto, somos perseguidos en [el] cuerpo, pero por dentro recibimos mucha paz».

Yousuf estaba agradecido por cómo estas experiencias aumentaban su fe y lo ayudaban a experimentar la paz de Dios. Citando Mateo 5:10, dijo que la persecución era una bendición.

Antes de su muerte, Yousuf sabía que había planes para matarlo. Sin embargo, perdonó a aquellos que persiguieron a su familia y planearon su muerte.

«Dios los bendiga —dijo—. Nuestra oración es que Dios abra sus “ojos espirituales”. Así que estamos orando por ellos».

UNA OBRAINCONCLUSA

Conocido por ayudar a los pobres y vulnerables, Yousuf era muy respetado en el valle. Incluso era respetado por algunos de los grupos militantes, quienes enviaron representantes a su familia después de su muerte para confirmar que ellos no lo habían matado y que, de hecho, lo apreciaban.

«Él era mi brazo derecho, un hombre y apóstol increíble —dijo el obrero—. Comenzamos las primeras iglesias caseras de Cachemira. Estaba lleno del Espíritu y era un gran evangelista».

La semana antes de ser asesinado, Yousuf visitó trece de las iglesias caseras que él y otros habían comenzado, desafiando a cada grupo a permanecer fiel. También les pidió que continuaran su trabajo en caso de que algo le sucediera.

Man sits and shares the bible with another man

«Muchos de los creyentes me dijeron que sentían que él sabía que su tiempo estaba cerca», dijo un colaborador de VOM.

Antes de morir, Yousuf compartió su visión de las cosas que le gustaría que sucedieran en caso de que lo mataran. Incluían el establecimiento de un centro de capacitación laboral y de evangelización para cristianos conversos del islam, el deseo de que cada joven musulmán que estudia el Corán también escuche el evangelio, el establecimiento de un centro para adictos a las drogas y el alcohol para abordar los profundos problemas de adicción de la región y el deseo de que cada hogar reciba la Palabra de Dios en urdu, el idioma local.

Finalmente, Yousuf quería que los gastos básicos de subsistencia y las cuotas de educación de su familia fueran cubiertas si algo le sucedía. De acuerdo con nuestro papel de cuidar a las familias de los mártires, VOM ha cumplido este último deseo.

El objetivo general de Yousuf, dijo una vez, era que Cachemira llegara a conocer a Cristo.

«Esta no es una religión que podamos ver; es una libertad —dijo—. [Jesús] me saca de las tinieblas y me lleva a la luz del Señor. Estamos orando para que haya adoración abierta al Señor. Esta es la principal carga en nuestro corazón. Mi oración es que deseo ver tantos creyentes en el Valle de Cachemira como estrellas veo todas las noches. Dios, danos poder y victoria en Cachemira».

Yousuf Bhat martirizado en el valle de Cachemira, India
Categorías: Historia